martes, 6 de noviembre de 2012

Auditorio Rafael del Pino


     El nuevo Pabellón y Auditorio Rafael del Pino es obra del arquitecto Rafael de La-Hoz, quien en su día también se encargó de la restauración del palacete.
     Conceptualmente el proyecto no toma como referencia las heterogéneas arquitecturas que lo rodean, ni siquiera la del más longevo de ellos, el vecino palacete, sino el lugar donde se ubica: un jardín. El jardín inspira el diseño de este nuevo edificio. Y así, la idea no es tanto la de sustituir jardín por edificio, sino la de transformar el jardín en un jardín habitado. De esta manera, inspirada en la trama vegetal existente en todo jardín, se eleva una trama arbórea sustentante en la que se inserta el cuerpo habitable del edificio.
     Se crea así una gran estructura de acero que sujeta y abraza a ambos lados el sólido habitable del nuevo edificio. La forma curva e inclinada de toda la fachada norte del pabellón es sin duda una de las singularidades del proyecto. La aplicación de nuevas tecnologías en sistemas de corte por láser y la aplicación de sistemas informáticos y topográficos han permitido el ensamblaje de las diferentes piezas que conforman la estructura de acero, logrando la ejecución del entramado arbóreo existente cuyo objetivo es superponerse a la materia vegetal circundante.

     La caja habitable del pabellón dispone de una doble fachada de vidrio -con protección solar en su acristalamiento exterior y carpintería con perfilería de aluminio climalit hacia el interior-, haciendo de éste un edificio transparente y diáfano que aprovecha su planta baja para ubicar el nuevo Auditorio Rafael del Pino. Un singular espacio con un aforo de 250 plazas, dotado con tecnología de última generación y con vistas al exterior, preparado para fomentar la cultura y el conocimiento bajo la dirección de La Fundación Rafael del Pino, cuya sede se encuentra en el cercano palacete con quien comparte el solar.
     El resto del edificio, cuenta con dos plantas sótano dedicadas a aparcamiento de vehículos. En la planta baja se ubica la entrada y el vestíbulo principal -que también da acceso al patio del palacete-, una oficina, los núcleos de comunicación vertical, -con dos ascensores y una escalera que sube hasta la planta ático-, la llegada de la escalera del garaje y el ascensor y un espacio para las instalaciones.
     Las plantas primera, segunda, tercera, cuarta y ático se destinan para uso de oficinas y espacios de trabajo. Todas ellas son diáfanas y han sido preparadas para poder realizar cualquier tipo de distribución. En la zona noreste del edificio, se localizan los aseos principales y el núcleo de comunicaciones.
En la planta bajo cubierta y en la cubierta se ubican únicamente los equipos de las instalaciones, que son imprescindibles para el funcionamiento de las oficinas, y la góndola de mantenimiento.

     Otra característica reseñable es la diafanidad y transparencia del edificio. La estructura de acero descrita y la utilización de forjados de hormigón postensados sujetos a los pilares, permiten una diafanidad absoluta en los 525 metros cuadrados de superficie que tiene cada planta. La ausencia de pilares intermedios y las fachadas vidriadas dejan pasar la luz natural hasta el interior haciendo de él un edificio abierto y transparente.
     Podemos concluir que sobre la geometría azarosa y amable del jardín se construye una geometría, cartesiana, funcional y estricta.

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